Pasados tantos años de enseñanza, de algunos éxitos y algunas decepciones, parece ser que el espíritu del guerrero pide paz. Apartarse a un lado y desaparecer para el resto del Mundo.
Me encuentro ahora en una posición igual a la de mi comienzo (en artes marciales), al principio del camino (el Do). Esta vez es diferente, llevo un gran equipaje de técnicas aprendidas, estudiadas y adaptadas a mi. Mi mente no para, siempre estoy visionando alguna waza y preguntándome cómo mejorarla. Los que me ven por la calle creerán que hablo solo...jajaja. Un anhelo, mejorar mi mente y mi cuerpo, profundizar en el ku no kokoro (mente vacía) y lograr entender lo que veo. Una pena, no tener a nadie a quien transmitirlo. Se perderá... Aún quedan algunos destellos de esperanza, pero ya estoy cansado, necesito meditar, entrenar pensando solo en mi, reencontarme, pues es mucho lo que me tengo que decir.
He podido transmitir un 30 % aproximadamente, pues aunque hemos explorado todas las waza, ha faltado adentrarse profundamente en ellas para comprenderlas. Yo todavía estoy en ello...
Mi escuela soy yo. Cometeríais un error en leer solamente el listado de técnicas y repetirlas, aún combinándolas. La esencia misma de esta escuela no son las técnicas sino el planteamiento de la contienda. Aplicar lo justo en el momento adecuado y sobre todo "VIRTUD". Parece algo antiguo y trasnochado, Por eso la mayoría vale tan poco, solo serán recordados en el momento y nada mas. ¿Qué te gusta mas del Cid, su arte guerrera o su abnegación, sacrificio y lealtad?.
Mente/espíritu y cuerpo, alejados en un principio pero que deben caminar al unísono para un sensei. El cuerpo se deteriora con en paso del tiempo, pero el espíritu se fortalece y compensa lo perdido. Tu técnica mejora, no necesitas tanto el vigor y la fortaleza de la juventud. Este es el milagro del BUDO.
Por eso digo: Soy sensei de Ju Jutsu, soy sensei de BUDO y sigo aprendiendo, sigo mejorando...
Un nuevo Mundo ante mí...
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